miércoles, 23 de julio de 2014

La recuperación económica, el jabugo, el Vega Sicilia y los comedores de la pobreza


Una de las manipuladas fotografías de THOMAS BARBEY


23 julio 2014      -      23 julio 2016

El chaval, Leandro, uno de mis cuarentones favoritos, un gran fontanero que se ganó bastante bien la vida en el boom inmobiliario del 95/05, (ahora en el paro, desde hace dos años), estaba entre contrariado y sorprendido, cuando veía y me mostraba, una viñeta que había traído del colegio su hijo de 12 años por la que obtuvo una mención especial de su profesora de nosequé asignatura. Yo no soy buen dibujante pero voy a intentar describirla:

  • Se ve a un encorbatado personaje, con toda la pinta de querer ser el Rajoy, que anda cortando jamón de pata negra, un Vega Sicilia descorchado sobre la mesa y una bandejita de ostras a un lado. El personaje le habla a un niño, de más o menos la edad del autor,  que está, aparentemente, en la cola del servicio de comidas de verano para los niños inmersos por debajo de los índices de la pobreza absoluta.
  • De la boca del que se parece al Rajoy sale un globo y, dentro de él, un texto: “Joder, por fin, ya era hora de que fuera llegando la recuperación. Ahora podemos, (perdón), cenar a gusto”.
  • De la boca del niño sale otro globo y dentro de él, el siguiente texto: “Vaya, hoy comeremos. Voy a pedir un poco más y así preparar el táper  que me ha dado Mamá para que Papá pueda comer algo, hoy.

“Mi hijo, decía Leandro, tiene una sensibilidad especial. Mi mujer y yo llevamos más de dos años pensando, solo, en como poderle alimentar a él y a su hermana. Lamento y agradezco que haya sido capaz de darse cuenta”. Estuvo un buen rato, con ojos inyectados en sangre, de los que caían, de vez en cuando, alguna lágrima indiscreta, contándome sus cosas, su vida y sus ilusiones truncadas. No sé muy bien por qué, pero cuando sus ojos ya parecían no poder contener más la presión del llanto, se levantó, se abrazó fuertemente a mi, me dio un beso en cada mejilla, dejándome parte de sus acuosidades en el cuello y se marchó dedicándome un … “Gracias, Enrique” que me hizo recordar que yo también tengo lágrimas que echar cuando la cruel realidad, fuera de la de las noticias, te abraza sin trabas y de modo, terriblemente, desgarrador.




enriquetarragófreixes  

2 comentarios:

  1. Cada dia son mås los casos que vivimos de cerca, a situaciones extremas a las que asistimos con una impotencia terrible. Yo, Enrique, cuando escucho eso de la recuperación económica no alcanzo, de verdad que no me alcanza el intelecto y blasfemo, lanzo improperios a viva voz y...apago la fuente de las noticias.

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    1. A mi me parece terrible lo que está pasando. Hay tanta indiferencia y lejanía, Marga, sobre estos problemas que, a veces, creo que ya no sé si somos humanos.

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