La Longoria se separó por culpa del smartphone, el Loctite me arruina y un virus-e me mata

20 noviembre 2016

Vaya, mi amiga y compañera de “feisbuc” La Longoria, se ha divorciado del Parker, el de la NBA, o sigue divorciándose porque aún no lo he asimilado cinco o seis años después, pero lo mas gracioso, según me cuentan fuentes bien informadas, que lo hizo porque en su móvil, en el del chico del Básquet, encontraron mensajes amorosos dirigidos a un compañero. No entiendo nada hasta que me lo explican y es que yo ya no estoy para según que cosas.

Sigo con mi periplo y hoy, especialmente, está siendo un día muy duro. Un nuevo virus se ha colado en mi PC principal y me he cargado tres o cuatro llaves del regedit en el intento de desinfección. Toca formatear y ahora resulta que los programas no los puedo instalar porque tienen un número determinado de activaciones y en ello estoy, reclamando que es un formateo y hay que llamar fuera de las horas punta.

Me voy a Maisonnave y descubro que hace un frío que pela, menos mal que hoy ya me he puesto americana de invierno, así y todo el moquillo naricero ataca de nuevo y cuando más atareado en intentar que la gota no se caiga en la camisa o parte alguna de esas que se nota, vas y te encuentras a media familia. Encantadores todos, grandes y felices conversadores a plena calle y sin refugio del viento, entonces el moquillo se ha puesto como el Segura en la gota fría.

Uno de los enanos me rompió las gafas que uso para el PC y al repararlas con el superpegamento me he cargado el cristal. Bueno, se puede romper y no pasa nada, se compran otras, pero la cara de tonto que se te queda cuando mi querido óptico Andorrano te dice: “Pero, Enrique, ¿qué has hecho?, la montura vale dos duros pero el cristal vale un riñon, no sé como has hecho esa barbaridad, tenías que haberlo dejado como estaba”.

Menos mal que, luego, un reparador arroçet, con un previo de embutidos ibéricos y un Duero peleón, han resuelto todos los problemas sufridos.

Maria, Trini, Andorrano, Ricardo, yo también os quiero, ahora me voy a seguir con mi martirio personal y continuaré  reconstruyendo mi Reformateado PC.

 EnriqueTarragóFreixes