Me voy a dejar querer, seducir, por ella

17 abril 2018

Me resulta preocupante que a las siete de la mañana solo un 2%, (12 de 300), de mis vecinos estén levantados ¿Y a mi que coño me debe importar lo que hagan mis vecinos, y menos a esa hora? - diría cualquiera. Pues no es eso, resulta que como donde yo habito y laboro, en parte, es como lo del “Second Life”, me refiero a lo de que es muy grande, pues es bastante operativo a la hora de sacar estadísticas de uso y disfrute de la vida social, intelectual y laboral.

Si solo el 2% se levanta a esa hora, algo grave está pasando, o a mi me lo parece. De todas formas también diré que, de modo contradictorio a lo anterior, a las siete menos cuarto de la mañana, por este folletín ya han pasado 29 madrugadores sufridos lectores.

Claro que, hablando cuestiones estadísticas, no cuento aquí lo de las pintadas llaveras en las puertas y paredes de cabina de los ascensores, ni lo de los envoltorios volantes de gominolas y parecidos esparcidos por todos los rincones antes de la eficaz labor del equipo de limpieza y de mi amigo Pepe, el Gobernador y Conserje celestial de la Urba. Eso otro día, pero con mucho cuidado.

Me serviré mi tercer café, cerraré mis estudios imaginarios de hoy  y arreando, sí, me voy a por mi paseo por la playa, por la charla de la frutería, por la de la tienda de las cocochas, por la de la cola del pan, por mis tertulias en el kiosko de Antonio, por ver como amanece sentado frente al mar,  que ya me está esperando y esperar que la vida se instale en mi dándome calor, sensualidad, seducción y amor por ella, para que nunca se acabe ... aunque yo me vaya pronto.

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